25/5/09

EL PASO DEL TIEMPO

Hace un tiempo vengo dándome cuenta de la falta de amor que tienen las mujeres, los hombres y la humanidad en general, llevo días observando como en este tren de la vida no nos detenemos a pensar en las necesidades de nuestra pareja por prejuicios, secretos a medio decir, por opresión, por falsas creencias, por miedos y sabe Dios quien sabe cuantas cosas más existan en la cabeza de nosotros... los humanos.

Me ha dolido ver como muchas de las mujeres que he conocido se sienten carentes de un amor, de esa chispa especial, de ese príncipe azul, de esa caricia suspirada , anhelada, deseada , mujeres con tardes vacías llenas de nada, ascos infinitos al mirarse al espejo viendo como su cuerpo se va deteriorando en espera de un guiño, sólo un pequeño momento bastaría para tenerlas contentas, mujeres que lo tienen todo materialmente y que su piel se seca día a día, hasta que se dan cuenta y comienzan a volar llenando en su pequeño mundo frágil e ingenuo de ideas poco realistas de lo que es el amor.

¿Por qué se rinden? ¿Por qué una pareja se llena de costumbre, de lo cotidiano, de la misma cara al amanecer, de ver reflejada en la persona que comparte su intimidad “algo” que no es más que el aburrimiento.

El ciclo normal de la vida esta estandarizado, naces, creces y te mueres, entre cada una de estas 3 últimas palabras hay un hueco que se llena momentaneamente con el amor de los hijos, con las prisas del día a día, pero un día todo vuelve a su cause, el terremoto de los pequeñitos brincando por doquier tratando de educarlos se ha ido, y las mujeres asustadas de segregar ese amor que daban a sus hijos que ahora ya no están y han volado, es entonces que voltean a ver su pareja... no ven más que un pelmazo con el control remoto en la mano que come, caga y duerme... ellas ya no son las mismas a los ojos de ellos, se han hecho "viejas", aunque para ser sincera todas las conocidas que tengo están mejor que bien, como esos mangos maduros que apenas se pueden sostener con 2 manos, dulces y listos para servirse a la boca de un hambriento dejando correr el jugo, la experiencia y la tranquilidad que se encuentra entre el dulce de su boca y sus ojos, desafortunadamente y no sé por qué el efecto de ese dulce no impacta a sus parejas, aunque ellas se pongan el árbol de navidad encima estos pelmazos no las detectan, ellas comienzan a inquietarse , ahora ya no se encuentran cansadas, se llenan de actividades como ir a la clase de gimnasia o a la de cerámica, pero su vagina sigue gritando “TÓMAME” ¡hazme sentir una mujer! ¡Dime que soy bella, que estas arrugas y este estómago que tiene la marca de la vida aún te atrae!

De repente y por arte de magia empiezan a buscar eso en otros hombres, y por fin sucede la magia, algunas llevan bien ese doble juego, otras se arrepienten y caen confesas de su “gran pecado” y son dilapidadas por el escarnio colectivo de toda su familia, ellas … no tienen a donde ir, callan y comprenden que hay dos caminos, quedarse ahí viendo como su cuerpo se marchita día a día, crucificadas, resignadas y mudas aniquilando todas las hormonas que les quedan, y otro camino, corren, vuelan, despegan y lo intentan una y otra vez rellenando el vacío de sus sentimientos con caricias casuales también crucificadas por los prejuicios de los demás.

Tengo ya unos años pero soy joven aun y no quiero jamás en la vida sentirme así, seguiré este camino en el que estoy, explorando con mi pareja todos los rincones de la fantasía, con una ideología y nuevos proyectos buscando eso tan diferente que nos mantenga unidos, mi deseo es (y cierro los ojos fuertemente apretando los dientes) llegar a esa edad tan complicada, de la mano de un hombre que me mire cada noche con ojos juguetones dicéndome cansado: “Te Amo” sintiendo su cuerpo caliente en mi espalda abrazada con esos brazos que aunque no sean fuertes estén llenos de amor, ese amor que se puede sentir en los poros de la piel y así terminar mi camino , tranquila y en paz con la vida.

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